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Hoy en día, es fácil encontrar cursos de lectura rápida,  que ofrecen llevarnos de leer 200 ó 250 palabras por minuto, (que es lo que en promedio lee un adulto), a casi 600 o 1000 palabras por minuto; y claro está, que a cualquiera que como a mi le guste leer, este ofrecimiento le parecerá maravilloso, la sola idea de pensar en los cientos de libros que podremos leer en menor tiempo es tentadora y más, cuando se piensa en lo que esto podría ayudar a los niños en casa, porque ¿cuánto tiempo de estudio se ahorrarían si pudieran leer a esa velocidad? Muchísimo, pero es entonces que surge la duda ¿son realmente efectivos estos cursos?

Puede ser que realmente lo sean, ya que más allá de enseñar a leer palabras individuales, enseñan a los participantes a concentrarse en grupos de palabras, que forman unidades de pensamiento; es decir, que más que conocimiento profundo de ideas, enseñan a leer información general, lo que resulta muy útil para aquellos ejecutivos que necesitan ahorrar tiempo a la hora de tomar decisiones empresariales o burocráticas, pues de esta forma, con solo dar una hojeada a los  documentos que se les presenten, podrán tener la información necesaria para decidirse. Pero ¿Qué pasa con nuestros niños? ¿Será útil este método para ellos?

libros

En realidad, NO, porque más que información general, nuestros niños necesitan comprender lo que leen. No olvidemos que están aún en formación y que es justo la comprensión de lectura, lo que ayuda al niño en su construcción de pensamiento y que de ahí, pase al conocimiento profundo de las ideas, por lo que no resulta recomendable para ellos; y ¿Qué pasa con nuestros adolescentes? ¿Podrá serles útil a ellos? Al igual que nuestros niños pequeños, los adolescentes necesitan comprender sus textos de estudio y siendo que estos programas se centran más en la información que en la comprensión, tampoco resultan efectivos para ellos, es por ello que  para nuestros chicos, sean grandes o pequeños, más que la velocidad al leer, es la comprensión lectora la que debemos fortalecer y para lograrlo, existen estrategias básicas que fomentan la comprensión de lectura, pero de ellas, hablaremos más adelante…

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