La resolución de problemas es lo que ocurre cuando se tiene una meta por alcanzar y no se sabe cómo hacerlo, por lo tanto puede resultar en una tarea frustrante y negativa aunque intelectualmente estimulante. Por medio del juego los niños empiezan a resolver problemas de una forma natural y divertida, conforme van creciendo, los problemas a resolver suelen volverse más complejos, retadores y requieren de mejores herramientas para ser resueltos con éxito.
El resolver problemas es un proceso social que es aprendido por medio de las interacciones con el medio ambiente y de las actividades diarias y está vinculado con el auto concepto y la confianza en uno mismo. Como padres debemos proveer de experiencias a los niños en las que ellos tengan que buscar sus propias soluciones. Podemos guiar a los niños en la búsqueda de soluciones a los diferentes problemas, sin embargo el hacer todo por ellos creará niños y más adelante adultos dependientes que no puedan hacer las cosas por sí solos.
Al fortalecer estos factores estaremos formando niños más flexibles y adaptables, autosuficientes y emocionalmente estables, capaces de hacer frente a diferentes situaciones que se presenten a lo largo de su vida.
Recomendaciones y pasos para fortalecer la capacidad de resolución de problemas:
- Demostrar empatía ante la situación, enseñar a nuestros hijos a escuchar y mantener la calma.
- Empoderar a nuestros hijos, darles las herramientas para que sepan que tienen la capacidad de resolver sus propios problemas. Preguntarles ¿qué harás al respecto?
- Darles posibles opciones. Las opciones deberán ir desde las peores hasta las más factibles. Cada vez que demos una opción, debemos preguntar ¿cómo crees que funcionaría esto? Esto permitirá tener una visión más clara del problema y de las posibles consecuencias. Conforme ellos vayan creciendo y aprendiendo, serán capaces de plantear sus propias opciones para resolver el problema.
- Permitir que nuestros hijos sean quienes resuelvan o no el problema. En ocasiones tendremos miedo como padres y vamos a desear resolver nosotros el problema, pero el que el niño enfrente problemas por él mismo le dará más herramientas para afrontar futuras situaciones. No está de más recordar, que como padres debemos identificar cuáles son las situaciones que si ameritan nuestra intervención.