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El día 19 de agosto se celebra el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria. En palabras de Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU, «El Día Mundial de la Asistencia Humanitaria es un recordatorio anual de la necesidad de actuar para aliviar el sufrimiento. Es también una ocasión para honrar a los trabajadores humanitarios y los voluntarios que se afanan en la primera línea de las crisis…» Al leer esto podemos pensar que nada tiene que ver con nuestros hijos y que los gobiernos y líderes son los encargados de reducir la crisis mundial en la que vivimos, sin embargo el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria es también un llamado a ser parte de la ardua tarea de reducir y terminar el sufrimiento de los demás mediante un sentido más grande de ciudadanía global y solidaridad.

Vale la pena preguntarse ¿qué estoy haciendo como padre o madre para crear en mis hijos una conciencia real de la situación global de crisis? Claro está que no es involucrar a los niños en situaciones que pongan en riesgo su bienestar físico o psicológico, sino es crear en ellos una conciencia humanitaria, ese sentido de querer tener un mundo mejor donde las personas vulnerables, víctimas de violencia reciban ayuda, donde las niñas y las mujeres sean tratadas con dignidad y un mundo dónde haya una pronta y adecuada respuesta ante los desastres naturales.

Podemos ayudar a nuestros hijos a desarrollar una ciudadanía global al fomentar valores de amabilidad, bondad, respeto y solidaridad. Algunas acciones en concreto que podemos hacer son:

  • Mostrar amabilidad hacia los demás y hacia nuestros hijos, tratar a otras personas con consideración. El ejemplo es el mejor maestro, si nuestros hijos ven en nosotros esas conductas, sin duda entenderán que todo ser viviente merece ser tratado con respeto y amabilidad. Rodear a nuestros hijos de personas que sigan este patrón de comportamiento para que tengan varios modelos a seguir.
  • Leer cuentos o historias de personajes que realicen actos de bondad, esto aplica también con personas altruistas que han vivido a lo largo de la historia.
  • Reducir el contenido de violencia que los niños reciben por medio de películas, dibujos animados y vídeo juegos. La Asociación Americana de Psicología (APA) hace mención que generalmente no podemos proteger a nuestros hijos de todos los estímulos adversos, sin embargo una conversación puede cambiar el enfoque, pidiendo a nuestros hijos que piensen en diferentes alternativas que pudieran haber tomado los personajes.
  • Eliminar todas las conductas violentas dentro del hogar, ya sean las peleas entre hermanos o discusiones hostiles entre padres.
  • Fomentar el respeto hacia otras personas de diferentes razas y origen étnico.
  • Involucrar a nuestros hijos en programas de voluntariado acordes a la edad y madurez emocional. Esto les permitirá aprender a donar su tiempo y recursos a causas nobles.

La mayor inspiración y el ejemplo perfecto que un niño puede tener para preocuparse y ayudar a los demás es la misma atención y cuidados que recibe. Según la APA «los expertos señalan que cuando los niños sienten que tienen una base segura en el hogar, es más probable que se aventuren y presten atención a los demás. Cuando se sienten privados de amor y atención es que se concentran demasiado en sí mismos y en sus propias necesidades».

En este Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, seamos participemos activamente y enseñemos a nuestros hijos a crear un mundo más humanitario.

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